Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita
ilusiòn!,
que una fontana fluía
dentro de mi corazòn.
Di: ¿por qué
acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusiòn!,
que una colmena tenía
dentro de mi corazòn;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce
miel.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusiòn!,
que un sol
ardiente lucía
dentro de mi corazòn.
Era ardiente porque daba
calores
de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía
llorar.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusiòn!,
que era Dios
lo que tenía
dentro de mi corazòn.